Hablando de música, debatiendo sobre tus grupos preferidos, descubriendo nuevas bandas, aprendiendo de todos sin distinción... todo con un hilo central... el ROCK. Porque hay que hacer ruido, porque es una forma de rebeldía e inconformismo, viva el ROCK.
10 de junio de 2010
Como un motor de melodías perfectamente engrasado y funcionando a 18.000 revoluciones por minuto, esa es la manera en que Omar Rodríguez nos expuso su álbum “Old Money”, uno de los más cercanos a The Mars Volta, y que en similitud podemos compararlo al maravilloso “The Bedlam in Goliath”, claro que siendo este “Old Money” mucho más personal.
Un álbum para oídos inquietos alejados del pop o el rock facilón, no es un disco de fácil escucha, hay que estar predispuesto a saturaciones, melodías imposibles, partes machaconas y estridentes, ritmos progresivos, delays y demás modulaciones. No es fácil de catalogar este álbum en el que el creador se vislumbra como visionario de su música, ya que no suena a ningún estilo concreto, tan solo se adivinan similitudes con The Mars Volta, sonidos clásicos de los 70's mezclados con la locura que pudieran presentar a veces músicas más electrónicas... eso sí todo bajo ese tufillo latino que envuelve las creaciones de este genial guitarrista y compositor.
No hay voces, es un disco instrumental, y sorprendentemente no se compone de temas de larga duración, a excepción del que da nombre al disco.
Qué mejor manera de abstraerse que escuchando la propuesta que se plantea en este genial“Old Money”?... si tuviera que transcribir lo que me transmite, diría que es como si te introdujeras en una película de ficción, en la que saltas de planeta en planeta, a cuál más enrevesado, y en el que una aventura sucede a la anterior... casi como se plantean muchos de los ritmos de las canciones, que cambian y tergiversan al anterior, o anuncian la antesala para un cambio inminente en el tempo e intensidad.
Mi tema favorito de este disco como en la mayoría de ocasiones es el más largo, “Old Money” no escatima en locos fraseos de guitarras, ni en órganos a lo Jeff Beck en “Blow by Blow”, ni en baterías progresivas tipo Mars Volta, ni en efectos de guitarra propios de Omar Rodriguez... quizá sea el enlace entre este loco disco y otros más sutiles como “Apocalypse Inside of an Orange”.
8 de junio de 2010
Is There Love in Space?
Pues desde luego que sí debería haber amor en el espacio, al menos sí que lo hay en este álbum de Joe Satriani, en el que se deja el alma, el sentimiento, el amor por la música y toda la intención del mundo. No hace falta hablar mucho de quién es Joe Satriani, maestro de maestros, sensei de guitarristas y magnífico músico, pero no podemos dejar de decir que es un genio a la hora de dominar el sonido de una guitarra y que particularmente en este álbum “Is ther love in sapce?”, nos teletransporta a aquel genial disco llamado “Surfing with the Alien” y deja claro que es un músico excepcional.
Técnicamente perfecto, impoluto en la interpretación, magistralmente acompañado y repleto de canciones que enganchan y sorprenden. Algunos de estos temas te atrapan por lo que transmiten, otros por algún magnífico riff, o porque desprenden fraseos musicales tan ácidos que te exclavizan a escucharlos una y otra vez.
Sorprende como un disco de un guitarrista puede sonar tan apetecible para aquellos que no son asiduos a temas instrumentales, ya que hay canciones de todos los colores... cañeros, suaves, pasajes, etc... incluso en una de las canciones aparecen las voces de Satriani.Un discazo para tener en la estantería de los discos preferentes.
Como tema favorito del álbum me quedo con “Searching” porque adoro el comienzo de la canción hasta que rompe al riff ese tan loco alrededor del segundo 0:55. Una infinidad de efectos y sonidos marca de la casa que desvelan tan preciosa canción, de ejecución impecable y elección exquisita.
Grande Joe Satriani, grande!!!!!
http://blazplavi-guitarmusic.blogspot.com/2008/01/joe-satriani-is-there-love-in-space.html
3 de junio de 2010
Blow by Blow
Para todo explorador de la música y melómano se hace vital estar siempre en permanente búsqueda y siempre al acecho. Si a eso sumamos la facilidad con la que hoy día se accede a discos actuales y a discos de hace 30 años, pues se da la paradoja de que algunos no tan viejos descubrimos joyas en grabaciones de antaño.
Resulta que llevaba años con la curiosidad de saber cómo sonaban los álbumes de Jeff Beck, sobretodo el "Blow by Blow". He leído y releído infinidad de comentarios acerca de Jeff Beck, su biografía, cómo ha trancurrido su carrera musical, etc... pues por unas cosas u otras hace poco que me hice con tan ansiado disco para mí. Lo normal es que después de generar tales expectativas, sea lo que sea, te deje un poco cual café descafeinado, o cerveza sin alcohol... y como al parecer el destino nunca está carente de cierta ironía, ahí estaba yo devorando canción a canción el "Blow by Blow" como cuando esperas que tu grupo favorito saque lo último, el primer single.
Esas las premisas y las condiciones... la realidad se volcaba en temas funkys con órganos enloquecidos, con baterías de la época de estas a caballo entre el jazz y el rock progresivo. Y guitarras... guitarras no hay tantas como en el "guitars" de Mike Oldfield, pero qué bien puestas están. Este disco coloca a Beck entre mis compositores y guitarristas favoritos, entre los que más conmueven y transmiten, entre los que con sólo una nota son capaces de estremecerte a golpe de bending.
"Blow by Blow" es un discazo, un referente, una obra maestra de la música y un disco que supongo sería bastante alternativo en la época que salió al mercado. Si le añadimos que es de esos discos en los que un tema enlaza con el siguiente, y que invita a escucharlo del tirón, podemos concluir que no se trata de un disco común.
Mi favorita, y sin que sirva de precendete, esta vez no es la más larga del disco... mi favorita es "Scatterbrain" por tener uno de los más geniales riffs de guitarra e imposibles de la historia, y adornarlo tan magistralmente con violines y órganos. La primera vez puede que suene raro y extravagante, pero a la segunda escucha Beck te ha cautivado a golpe de púa en esa gibson tan peculiar que gastaba en aquella época, y con la que le retrataron en la genial portada del álbum.
Desvelando los entresijos de grabaciones pasadas podrías teletransportarte al futuro y no sentirte extraño, ni extravagante, ni fuera de lugar...