16 de septiembre de 2009

Octahedron y la placidez de dominar la calma



Entrega tras entrega, disco tras disco, y canción tras canción... a medida que The Mars Volta crea, inventa y sueña... al mismo tiempo sus seguidores también soñamos y disfrutamos cual guitarrista haciendo su mejor solo.
El más reciente disco de esta maravillosa banda se llama así, "Octahedron". Como suele ser normal en ellos, cada disco se despega del anterior, así para este han abordado las canciones desde un tono más suave y mimado, pero sin perder ningún ápice sicodélico. Claves más sencillas y atmósferas masticables alborotan este nuevo trabajo de los marcianos más excéntricos del panorama musical. Muchos se mostraron reticentes, muchos renegaron... ¡ pobres falsos melómanos no sabían lo que se perdían!... no eran conscientes de que Omar y Cedric volvían guerreros pero templados, demostrando que no hace falta ir siempre a todo trapo para sacar lo que es en toda regla un discazo.
Ocahedron supone un viaje astral, una caminata en la noche salpicada de las luces de las luciérnagas al lado de un tranquilo lago, donde podrías ver fácilmente el reflejo de la luna tintada de rojo al filo de la medianoche. Eso es lo que me transmite a mí este adorable álbum, que todo melómano debería tener en las estanterías de sus discos más venerados.
Como siempre os comento mi canción preferida, que no es otra que "Desperate Graves". Y bueno es mi preferida porque es de esas canciones que valoras cuando la has escuchado un buen puñado de veces, porque me flipa cada riff de guitarra, cada frase que despacha Cedric... porque es en la que más me paseo mientras la escucho con los ojos cerrados.
Aquí os dejo un video de calidad media, que es lo he podido encontrar para dejaros por aquí:


Saludos sicodélicos, ya nos leeremos en el próximo comment...